Bienvenidos a un viaje por los rincones más misteriosos del Pirineo Aragonés.
El Pirineo Aragonés es conocido por su belleza natural, pero también alberga un lado lleno de misterio. Desde sombras que acechan en las noches estrelladas hasta criaturas míticas que deambulan por los bosques, estas historias te sumergirán en un mundo donde lo sobrenatural se entrelaza con la realidad.
Octubre es el mes más terrorífico del año y queremos aprovechar este artículo para contarte algunas leyendas del Pirineo Aragonés.
Leyendas del Pirineo Aragonés
Villanúa y su fascinante Cueva de las Güixas
La conexión entre la pintoresca localidad del Valle del Aragón, Villanúa, y las leyendas de brujería es innegable. En los siglos XV y XVI, en esta región se llevó a cabo la ejecución de 15 mujeres acusadas de practicar la magia negra y artes malignas, un episodio que aún perdura en la memoria local y se conmemora con una escultura cerca de la Oficina de Turismo.
Además, la Cueva de las Güixas es uno de los destinos más populares en Aragón. El término «güixa» se utiliza en la zona como sinónimo de bruja, y según las leyendas, aquellos que osaban ingresar a la cueva durante la noche y caían bajo su hechizo despertaban al amanecer con el cabello completamente blanco.
Este lugar misterioso guarda secretos que te invitamos a descubrir.
Cuenta la leyenda que se reunían en la cueva de las Güixas para realizar sus aquelarres. De hecho, 15 mujeres de esta localidad del Valle del Aragón fueron ajusticiadas por brujería y por practicar magia negra.
El dragón de Oroel
En los alrededores de Jaca, que una vez fue la capital del reino de Aragón, se encuentra la narración del dragón de Oroel.
Conforme a esta antiquísima leyenda, en una gruta ubicada en las laderas de la emblemática Peña Oroel, habitaba un temible dragón que tenía en vilo a los lugareños del valle. En aquel tiempo, un valiente caballero de Jaca, que había sido encarcelado por proteger a las brujas de la región, ofreció su liberación a cambio de enfrentarse al dragón.
No obstante, antes de embarcarse en esta misión, las brujas del valle, agradecidas por su defensa, le desvelaron un secreto: los dragones poseían la habilidad de hipnotizar a sus presas con su mirada. Por lo tanto, el caballero pulió la superficie de su escudo hasta convertirla en un espejo y, con este en mano, se aventuró a la gruta del dragón mientras este reposaba.
Al despertar, el dragón se reflejó en el escudo y quedó hipnotizado por su propia imagen. En ese momento, el caballero aprovechó la oportunidad para atravesar el corazón de esta criatura legendaria con su espada.
El Valle de Tena y el enigma del brujo Pedro de Arruebo
El Valle de Tena destaca como uno de los epicentros históricos de la brujería en el Pirineo Aragonés. En el siglo XVI, se llevaron a cabo acusaciones y sentencias contra varias mujeres por presunta brujería, incluso resultando en la ejecución de una mujer llamada María Sorrosal, a pesar de pertenecer a una familia noble y encontrarse en estado de embarazo.
Sin embargo, uno de los episodios más notorios ocurrió en el siglo XVII, cuando se reportaron 72 mujeres que experimentaron episodios de posesión demoníaca.
Pedro de Arruebo, un acomodado agricultor y ganadero, fue señalado como el responsable de supuestos actos de endemoniamiento que afectaron a más de 1.600 personas. Tras ser sometido a un proceso legal y condenado a servir en las galeras, logró escapar de la prisión, regresando a su pueblo natal, donde se dice que continuó influyendo negativamente en la vida de sus vecinos.
La Leyenda de las brujas de Laspaúles
En el pintoresco municipio de Laspaúles, ubicado en el Pirineo oscense, hay una historia que narra un oscuro capítulo de su pasado. A finales del siglo XIV, la tranquilidad de este idílico rincón de España se vio perturbada por un evento desgarrador: el juicio y la ejecución de 24 mujeres acusadas de brujería.
El pueblo de Laspaúles fue testigo de un período sombrío en el que estas mujeres, en su mayoría, fueron acusadas sin fundamento y sometidas a torturas inhumanas. La histeria colectiva y la paranoia llevaron a estas terribles acusaciones y el resultado fue la ejecución de estas mujeres inocentes.
La historia de estas mujeres, sus nombres y el trágico evento se mantuvieron ocultos en la historia hasta que, en 1983, el párroco de Laspaúles hizo un descubrimiento asombroso. Mientras realizaba tareas de limpieza en el campanario de la iglesia, encontró manuscritos que arrojaron luz sobre este oscuro episodio.
Estos manuscritos, datados en 1593, se unieron a otros 500 hallados en 2001. Para verificar su autenticidad y profundizar en esta dolorosa historia, se enviaron a la Universidad de Heidelberg para su estudio. El veredicto confirmó que estos documentos eran genuinos, lo que arrojó luz sobre la tragedia de Laspaúles.
Hoy en día, el pueblo de Laspaúles ha decidido conmemorar esta historia conmovedora y trágica. Han creado un parque temático llamado «Las Brujas», donde esculturas y figuras a lo largo de un sencillo sendero rinden homenaje a las mujeres acusadas injustamente. Además, cada dos años, los residentes de Laspaúles representan una emotiva obra de teatro que revive los eventos de aquella época, honrando la memoria de las víctimas y recordándonos la importancia de la justicia y la empatía en nuestra historia colectiva.
Los fenómenos paranormales del Fuerte de Cerler
En el verano de 1992, una extraña y misteriosa serie de fenómenos paranormales se apoderó del Fuerte de Cerler, sumiendo a los vecinos del valle en un estado de asombro y temor. Ruidos inusuales, luces que se encendían y apagaban por sí solas, y perturbadores sonidos de pisadas llenaron las noches del pequeño pueblo y sus alrededores.
Estos fenómenos se relacionaron directamente con una tragedia que había ocurrido el año anterior. En 1991, nueve valientes soldados pertenecientes al destacamento de esquiadores de Barbastro sufrieron un terrible destino. Fueron sepultados por un alud mientras se encontraban en el pico Tuca Blanca de Paderna, en la imponente Maladeta.
Los eventos paranormales se manifestaron de manera más intensa en dos lugares específicos: el secadero y la sala donde se habían depositado los cuerpos de los soldados fallecidos. Aquel verano, la atmósfera en el Fuerte de Cerler era inquietante, y ni siquiera los valientes perros del lugar se atrevían a entrar en los sitios afectados.
El programa de televisión «Cuarto Milenio» en Cuatro dedicó tiempo a explorar estos fenómenos inexplicables. Las teorías sobre lo que estaba sucediendo variaban desde novatadas entre los soldados hasta explicaciones sobrenaturales que involucraban a los espíritus de los soldados fallecidos.
El Fuerte de Cerler se convirtió en un lugar de intriga y asombro, donde la línea entre lo real y lo paranormal se volvía borrosa. Esta leyenda de fenómenos paranormales continúa siendo un enigma sin resolver en el corazón del Pirineo Aragonés.
