Los Pirineos ofrecen una extensa red de rutas para recorrer en moto, que abarcan 400 kilómetros de extremo a extremo. Desde sencillos senderos hasta desafiantes carreteras llenas de curvas y pronunciadas pendientes, hay opciones para todos los niveles de habilidad y preferencias de conducción.
Con la llegada del buen tiempo, comienza la temporada perfecta para aventurarse a descubrir la belleza del Pirineo Aragonés sobre dos ruedas. Las carreteras serpenteantes, los paisajes impresionantes y el clima agradable hacen de este momento del año el momento ideal para los amantes de las motos.
Emocionantes curvas en las montañas, vistas panorámicas de lagos cristalinos o encantadores pueblos de montaña, el Pirineo Aragonés ofrece una experiencia inolvidable para todos los entusiastas de la aventura en moto. ¿Buscas las mejores rutas en moto por el Pirineo Aragonés? ¡Sigue leyendo!
Subida a Somport por la Estación de Canfranc
Esta ruta en moto por Canfranc ofrece una experiencia completa a pesar de su brevedad. En primer lugar, destaca la histórica estación de Canfranc (recientemente reformada), un lugar que merece una parada obligatoria. Además, el recorrido está repleto de carreteras impresionantes que permiten disfrutar al máximo de la conducción en moto.
La ruta comienza en Villanúa, un encantador pueblo cercano a Jaca, aunque también es posible iniciarla desde Aisa, Bernués o el Monasterio de San Juan de la Peña. Incluso, si decides comenzar desde Hecho, tendrás la oportunidad de explorar una ruta que combina tramos de pista y asfalto hasta llegar a Aisa por Urdues, Argués del Puerto y Jasa. Esta opción no presenta complicaciones y es adecuada para cualquier tipo de moto, siempre y cuando se conduzca con precaución.
El primer punto de interés es la Estación de Canfranc, ubicada después de pasar el pueblo de Canfranc y tomar el desvío hacia Francia por Canfranc Estación, en dirección a Candanchú y Astún. El trayecto hasta este punto es fascinante, bordeando el río Aragón y con vistas espectaculares de los picos que rodean el valle.
Después de dejar atrás Canfranc y dirigirnos hacia Candanchú, el paisaje mejora notablemente. AEn pocos kilómetros, encontramos el desvío hacia la estación de Candanchú y, poco después, el acceso a la estación de Astún.
Al cruzar la frontera con Francia, la calidad del asfalto disminuye y la carretera se estrecha, pero el paisaje sigue siendo impresionante. Durante este tramo, es importante estar atento a los senderistas y excursionistas que pueden cruzar la carretera.
Al regresar a la carretera N-330, se puede continuar hacia territorio francés hasta Oloron-Sainte-Marie o regresar a España a través del Túnel de Somport.
Ruta en moto por los Mallos de Riglos y el Monasterio de San Juan de la Peña
La joya de la corona para muchos moteros y, por ello, una de las mejores rutas en moto por el Pirineo Aragonés.
Salimos de Ayerbe en dirección a Jaca por la A132, disfrutando de un paisaje impresionante a lo largo de una carretera rápida. Sin embargo, es importante estar alerta ya que esta zona suele ser frecuentada por autobuses, lo que puede suponer alguna sorpresa, ya sea por invadir el carril contrario en una curva o por adelantamientos inesperados.
A medida que avanzamos por la carretera, comenzamos a divisar el río Gállego y los majestuosos Mallos de Riglos en el horizonte, ofreciendo numerosos miradores ideales para tomar fotografías. Destaca especialmente un mirador cerca de Santa María de la Peña, que ofrece impresionantes vistas de la presa del Embalse de la Peña y merece una parada obligatoria.
Aunque Google Maps indica un desvío hacia la siguiente carretera, la A1205, justo en este mirador, es recomendable continuar hasta Santa María y luego dirigirse hacia Anzánigo desde allí.
En algunos tramos el pavimento está deteriorado, por lo que será necesario extremar la precaución. A pesar de ello, el paisaje y las paradas en lugares como Anzánigo son imperdibles.
Una vez pasado Bernués, es fácil pasar por alto el desvío hacia el Monasterio de San Juan de la Peña por la A1603, ya que no es la ruta más común para los turistas. Sin embargo, esta carretera estrecha ofrece unas vistas espectaculares y una ausencia casi total de tráfico, lo que la convierte en una opción muy atractiva para llegar al Monasterio.
La visita al Monasterio de San Juan de la Peña es imprescindible. La oportunidad de capturar la icónica fachada incrustada en la roca merece la pena detenerse para tomar algunas fotografías inolvidables. Desde el Monasterio, es importante circular con precaución debido a la pronunciada pendiente y al estrechamiento de la carretera, especialmente en la parte trasera del Monasterio.
Ruta en moto por la Selva de Oza y los Valles Occidentales
La Selva de Oza no defrauda en absoluto. Sin embargo, es mejor evitarla en invierno, cuando el agua se filtra por las paredes rocosas y la garganta se convierte en un paisaje helado.
Partiendo de la nacional 240, seguimos el curso del río Aragón Subordán por la A 174, pasando por Hecho y Siresa, encantadores pueblos pirenaicos que merecen una pausa para explorar sus calles y admirar sus construcciones de piedra.
A medida que avanzamos, el paisaje cambia y nos encontramos con túneles tallados en la roca, que parecen dar fin a la carretera, pero nos conducen hacia los Valles Occidentales. El entorno se vuelve más selvático, acercándonos cada vez más a nuestro destino.
Nos adentramos en La Boca del Infierno, una impresionante carretera estrecha flanqueada por un precipicio. Tras recorrer aproximadamente 6 kilómetros, la garganta da paso a la majestuosa Selva de Oza, donde es habitual encontrar familias de picnic, senderistas y vehículos.
¡Apunta tu próxima ruta motera!